Conflicto India y Pakistan: ¿inició de una nueva guerra por el contro del Cachemira?
-El detonante de estas hostilidades ha sido un ataque en una zona turística de la India en el que murieron 26 personas. ¿India acusa a grupos terroristas que relaciona con Pakistán, quienes son esos grupos que operan en la zona?
Recordemos que el pasado 23 de abril, ocurrió lo que describiríamos como el peor ataque contra civiles en varios años en Cachemira. Terroristas islamistas abrieron fuego contra turistas en la región administrada por la India. El ataque fue llevado a cabo en la ciudad de Pahalgam, en los Himalayas. Cachemira, que es reclamada tanto por India como por Pakistán, ha sido escenario durante décadas de una insurgencia contra el gobierno indio que se ha cobrado miles de vidas, pero los ataques contra turistas son poco frecuentes. Unos 500.000 soldados indios están desplegados permanentemente en el territorio.
En Cachemira, existen varios grupos terroristas islámicos que han estado activos, incluyendo Hizb-ul-Mujahideen, Jaish-e-Mohammed, y Lashkar-e-Taiba. Jaish-e-Mohammed ha sido identificado como una organización terrorista por varios países y la ONU, y se le atribuyen varios ataques en Cachemira y otras partes de India.
Lashkar-e-Taiba (LeT): Una organización terrorista internacional, con sede en Pakistán, que también opera en Cachemira. El Frente de Resistencia (TRF), un grupo próximo al grupo terrorista paquistaní que fue declarado proscrito y terrorista por Nueva Delhi, reivindicó el ataque del pasado 23 de abril en el que murieron 26 turistas. La región de Cachemira ha sido un punto de conflicto de larga duración entre India y Pakistán desde su separación del Imperio Británico en 1947. Ambas naciones han librado guerras y otros conflictos menores por el control del territorio. El Frente de Resistencia fue fundado en el año 2019, unos meses después de que el Gobierno de la India revocara el estatus de semiautonomía de la Cachemira india, desencadenando meses de gran tensión.
-Pakistán, a su vez, acusa a India de tener vínculos con grupos armados como los rebeldes baluches y los talibanes paquistanís. ¿Qué opina sobre ello?
El pueblo baluche está atrapado entre Pakistán, India e Irán, y atravesado por sus demandas de independencia, la resistencia insurgente y los peligros del integrismo islámico. Desde la partición de la India, con la proclamación del Estado pakistaní, uno de los principales objetivos fue la conformación de una identidad nacional, cuestión altamente difícil por la presencia de multitud de tribus que responden a etnias cultural y lingüísticamente muy diferentes. Por eso, Baluchistán era esencial para esa conformación dada sus extensas fronteras con Irán y Afganistán, sus 1.000 kilómetros de costas sobre el mar Arábigo, que le da acceso al estratégico estrecho de Ormuz, punto propicio para que China encare la construcción del puerto de la ciudad de Gwadar. Como si todo esto fuera poco, Baluchistán (provincia más extensa del actual Pakistán con 44 por ciento del territorio, lo que, prácticamente, equivale al tamaño de Francia) posee grandes yacimientos de gas, petróleo, cobre, oro y otros minerales, que cubren el 40 por ciento de las necesidades energéticas de todo el país. Mientras que el fuerte nacionalismo étnico y tribal quizás esté basado en que, durante el siglo XVIII, esa nación fue dividida y su territorio repartido entre Irán, Afganistán y Pakistán, a estas cuestiones históricas hay que sumarles la exclusión económica y política que Islamabad ha ejercido contra la provincia rebelde. Baluchistán fue incorporada a Pakistán pocos meses después de la partición con la India, el 4 de agosto de 1947. Hasta entonces, y durante todo el dominio británico del que formó parte, había sido un Estado autónomo conocido como el Khanato de Kala. Desde esa incorporación forzada al naciente Pakistán, el 1 de abril de 1948, Yar Khan, el gobernante de Kalat, es obligado a firmar el tratado de adhesión sin ningún tipo de consultas al pueblo baluche ni a las autoridades tribales. A la región hay que agregarle un foco de conflicto más, si tenemos en cuenta la siempre tensa relación entre India y Pakistán que, desde 1947, han protagonizado tres guerras. No hay que dejar de tener en cuenta que ambas naciones son potencias nucleares, mientras Cachemira sigue siendo otro constante foco de conflicto.
La primera oleada de insurgencia baluche contra Pakistán comenzó en marzo de 1948; la segunda se produjo entre 1958 a 1959, en respuesta a la implementación de políticas tendientes a afectar la identidad de las tribus baluches, acotando la representación del gobierno regional. La tercera se extendió desde 1963 a 1969, tiempo en que la insurgencia nacionalista concentraría sus esfuerzos en asaltar puestos militares del gobierno central, en áreas claves del territorio baluche. La cuarta ola se ejecutó entre 1973 y 1977, coincidiendo con el avance de ideas liberales y marxista en Afganistán, que terminaría derrocando al rey Mohammed Zahir Shah e instaurando la República en 1973. La insurgencia baluche, en el marco de Guerra Fría, fue denunciada por Islamabad como parte de una operación de la Unión Soviética (URSS), que buscaba expandirse hacia el océano Índico, como ya había sucedido en el proceso histórico que se conoce como el “Gran Juego”, en que el Imperio Británico y la Rusia zarista disputaron su supremacía en la región durante el siglo XIX.
La última avanzada insurgente estalló en la década de 1990 y, prácticamente, no se ha detenido hasta hoy, recrudeciendo a partir de 2003. En esta etapa, los intereses políticos del gobierno central no dejan de confundirse con el accionar de los grupos armados integristas propios de Pakistán, que, durante 2018, asesinaron 537 personas y otras 1.016 resultaron heridas en un total de 366 incidentes.
La poderosa Inter-Services Intelligence o ISI (Dirección de Inteligencia Inter-Services) es la más importante oficina de inteligencia de Pakistán, junto a la Intelligence Bureau y los diferentes servicios de las Fuerzas Armadas. Estas instituciones siempre han sido sospechosas de dar cobertura, financiación y entrenamiento a los grupos fundamentalistas para beneficio propio y, al mismo tiempo, accionar en la Cachemira India, en territorio indio y en la provincia rebelde de Baluchistán, donde la guerra secreta que libra Pakistán contra su pueblo apenas ocupa, y muy cada tanto, algún lugar en los medios de comunicación occidentales.
En agosto de 2006, elementos de los servicios de inteligencia asesinaron a Akbar Bugti, ex gobernador de la provincia y alto dirigente del movimiento separatista, y, en noviembre del siguiente año, a Mir Balaach Marri, otro importante líder de los secesionistas.
Mientras en Baluchistán sufren todas las consecuencias de la inestabilidad regional, Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE) y organizaciones de derechos humanos internacionales mantienen un estruendoso silencio, mientras el ejército pakistaní bombardea aldeas con helicópteros artillados y aviones de combate y drones.
Son tres las organizaciones armadas más importantes que luchan por la independencia baluche: el Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA), un grupo etno-nacionalista, principalmente compuesto por hombres de la tribu Marri y Bugti. Fundado en el 2000, inició su actividad con ataques explosivos contra mercados, líneas férreas y puestos policiales.
El Frente de Liberación de Baluchistán (BLF), fundado en 1964 por Juma Khan Marri en Damasco, Siria, en 1968, se sumó a la revuelta baluche en Irán contra el régimen del Sha Reza Palevi, apoyados con armas y dinero por el gobierno iraquí. En 1973, el BLF -diezmado tras cinco años de combate- negoció el fin de la lucha con el Sha, por lo que Bagdad les retiró su apoyo.
La tercera organización insurgente de importancia es el Ejército Republicano de Baluchistán (BRA), fue fundado en 2006 y centró sus objetivos contra las fuerzas de seguridad federales, el transporte público e instalaciones civiles y castrenses.
Las organizaciones insurgentes de Baluchistán, más allá de ser perseguidas por las fuerzas del ejército, la policía, el Cuerpo de Fronteras (FC) y los servicios de inteligencia, deben enfrentar grupos paramilitares como el Tehreek-e-Nefaz-e-Aman Balochistan (TNAB, Movimiento por el Restablecimiento de la Paz en Baluchistán), brazo armado de Mutahida Mahaz Baluchistán (Frente Unido de Baluchistán), dirigido por Siray Raisani, hermano del primer ministro provincial, y financiado por los servicios secretos, en particular el ISI, para operar contra los movimientos nacionalista baluches que, desde 1948, libran una guerra secreta y asimétrica contra uno de los ejércitos más poderosos del mundo.
-Quien es responsable del inicio de la escalada?
El responsable del inicio de la escalada es Paquistán, y sus servicios de inteligencia, que fomentan y financian a los grupos terroristas de Cachemira, autores del atentado del pasado 23 de abril. India ha señalado que nueve posiciones en Pakistán y la zona de Cachemira administrada por Pakistán fueron blanco de los ataques aéreos en la madrugada del miércoles día 7 de mayo. Los blancos han sido parte de objetivos terroristas desde donde se planeaban ataques y objetivos para ser atacados en la India. Una situación que puede que lleve a los dos países a una escalada bélica sin remedio. Son dos potencias nucleares que pueden arrastrar a la región a un conflicto ideológico y religioso, difícil de parar y que dura desde 1947, tras la Independencia de la India y Pakistán con un proceso muy complejo llevado a cabo por el Plan Mountbaten. Cachemira es reclamada en su totalidad por India y Pakistán, pero administrada solo parcialmente por cada uno de ellos desde su partición tras la independencia de Gran Bretaña, en 1947.
-Háblame un poco del origen del conflicto, cuantos años dura y qué es lo que quiere cada país. ¿Porque esa disputa por Cachemira?
El enfrentamiento en Cachemira surge principalmente de la disputa territorial entre India y Pakistán desde la partición de la India en 1947. India y Pakistán reclaman la totalidad de Cachemira, una región montañosa en el norte de la India, a pesar de que cada país controla una parte de ella. Con la independencia de la India y Pakistán, el gobernante local de Cachemira, el Maharajá Hari Singh, decidió unirse a India, lo que provocó la primera guerra entre los dos países. Tanto India como Pakistán han reclamado la totalidad de Cachemira desde entonces, argumentando que tiene un lugar estratégico para ambos países. Además de la disputa territorial, las diferencias religiosas también influyen en el conflicto, ya que India tiene una población mayoritariamente hindú, mientras que Pakistán tiene una mayoría musulmana. Una segunda guerra se produjo en 1965, con India y Pakistán enfrentándose en Cachemira. En 1999, Pakistán lanzó una operación en Kargil, en la zona controlada por India, lo que llevó a una guerra entre los dos países. A pesar de los acuerdos de paz y las iniciativas de diálogo, las tensiones entre India y Pakistán han continuado, con episodios de violencia y conflictos en la región. De entre todos los conflictos territoriales, Cachemira destaca por implicar a dos potencias nucleares. Pakistán e India la han reclamado como suya desde la independencia de estos dos Estados, con la herencia de la descolonización se ha ido enquistando con un desacuerdo sobre los límites territoriales de ambos Estados que ha convertido a la frontera entre estos dos países en una de las zonas más militarizadas del mundo. Solo la India tiene desplegados 500.000 soldados en Cachemira.
¿Puede escalar a un conflicto nuclear?
India y Pakistán atraviesan una nueva escalada de hostilidades. Como bien sabemos, la madrugada del martes al miércoles, el gobierno de Nueva Delhi ordenó un ataque con misiles contra diversos objetivos en territorio pakistaní y en la zona de Cachemira administrada por Islamabad. El ataque habría causado la muerte de al menos 26 personas y dejado 46 heridos. Como represalia, Pakistán respondió con bombardeos que, según fuentes locales, habrían provocado la muerte de al menos 15 civiles en territorio indio. Este nuevo brote de violencia ha encendido las alarmas a nivel internacional, especialmente debido al arsenal nuclear que poseen ambos países. Según la Federation of American Scientists, India y Pakistán ocupan el sexto y séptimo lugar mundial en número de ojivas nucleares. El Center for Arms Control and Non-Proliferation estima que el país posee alrededor de 160 cabezas nucleares, aunque otros informes elevan esa cifra hasta las 170. Se calcula que cuenta con aproximadamente 700 kilogramos de plutonio apto para armas, lo que le permitiría desarrollar hasta 213 ojivas. Además, dispone de capacidad de lanzamiento nuclear por tierra, mar y aire. Pakistán, por su parte, desarrolló su capacidad nuclear en 1998, como respuesta directa al programa nuclear indio. El mismo centro sitúa su arsenal en torno a las 170 cabezas nucleares. A diferencia de su vecino, Islamabad no ha adoptado una política de no uso inicial, y ha optado por el desarrollo de armas nucleares tácticas de corto alcance, diseñadas para contrarrestar la superioridad convencional de las fuerzas armadas indias. La comunidad internacional observa con creciente preocupación este nuevo capítulo del conflicto entre dos potencias nucleares históricamente enfrentadas. La posibilidad de una escalada incontrolada en Cachemira pone en riesgo no solo la estabilidad regional, sino también la seguridad global.
-Qué país es más fuerte militarmente, ¿cuáles son sus arsenales?
Los expertos en el subcontinente indio no descartan la posibilidad de que India lance una acción militar limitada que podría conducir a una guerra total en la región. India no tiene suficiente ventaja tecnológica en ningún ámbito, ni en misiles, drones ni fuerza aérea, para llevar a cabo un ataque de represalia sin sufrir pérdidas. Según Global Fire Power, hay una brecha de ocho puestos entre India y Pakistán en el ranking de los países con mayor fuerza militar de 2025. India ocupa el cuarto lugar entre 145 países, mientras que Pakistán se sitúa en el puesto 12. El Ejército indio es uno de los más grandes del mundo, con alrededor de 2,2 millones de efectivos militares. Cuenta con 4.201 tanques, alrededor de 1,5 millones de vehículos blindados, 100 piezas de artillería autopropulsada y de 3.975 artillería remolcada. Además, tiene 264 lanzacohetes multi-cañón. La Fuerza Aérea India cuenta con poco más de 300.000 efectivos y un total de 2.229 aviones, incluidos 513 aviones de combate y 270 aviones de transporte. La flota total de aviones incluye 130 de ataque, 351 de entrenamiento y seis de repostaje. El número total de helicópteros que poseen las tres alas del Ejército indio es de 899, de los cuales 80 son helicópteros de ataque. Por su parte, la Armada india tiene 142.000 efectivos y un total de 293 barcos, incluidos dos portaaviones, 13 destructores, 14 fragatas, 18 submarinos y 18 corbetas. En términos de logística, el Ejército indio cuenta a su disposición de 311 aeropuertos, 56 puertos y 65.000 kilómetros de líneas ferroviarias.
Según Global Fire Power, el Ejército paquistaní tiene alrededor de 1.311.000 efectivos militares, 124.000 efectivos navales y 78 mil efectivos de la fuerza aérea. Pakistán tiene un total de 1.399 aviones, incluidos 328 de combate, 90 de ataque, 64 de transporte, 565 de entrenamiento. Además, cuenta con cuatro flotas de aviones cisterna y 373 helicópteros, incluidos 57 de ataque. Tiene 2.627 tanques, 17.516 vehículos blindados, 662 piezas de artillería autopropulsada, 2.629 de artillería remolcada y 600 de artillería cohetera multi-cañón. Por su parte, la Armada de Pakistán tiene un total de 121 buques de guerra, incluidas 9 fragatas, 9 corbetas, ocho submarinos y 69 buques de patrulla. En términos logísticos, cuenta con 116 aeropuertos, tres puertos y 11.900 kilómetros de vías ferroviarias.
¿Qué apoyos internacionales tienen Pakistán e India?
La India cuenta con apoyos internacionales de varios países en su relación con Pakistán, particularmente en el contexto de la lucha contra el terrorismo y la región de Cachemira. Los principales aliados incluyen a Estados Unidos, Rusia e Israel. Francia también tiene un papel importante en la cooperación militar con India. Uno de los países que más ha ayudado a Pakistán en su lucha contra la India es China. Las fuerzas indias son aproximadamente el doble del tamaño de las fuerzas de Pakistán, si llegara a una guerra, estoy completamente convencido que la India ganaría.
– ¿Cual es la posición de China en el conflicto? Pekin tambien reclama una parte de Cahemira.
La posición de China reviste especial importancia dado que también reclama parte del territorio de Cachemira y mantiene una alianza estratégica con Pakistán a través del proyecto de infraestructura de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI). En un contexto regional cada vez más inestable, el temor a una nueva confrontación abierta entre las dos potencias nucleares revive los peores recuerdos de guerras pasadas, como las de 1947, 1965 y 1971, todas ellas centradas en la disputa por Cachemira. Pekín reclama 90.000 km² de áreas en Arunachal Pradesh, India, como parte del territorio chino, y las denomina Zangnan o Tíbet meridional. Pekín también reclama 2.000 km² de áreas en los estados de Himachal Pradesh y Uttarakhand, India. En el sector occidental, la disputa involucra a Aksai Chin, una región históricamente vinculada al estado principesco de Jammu y Cachemira, pero controlada efectivamente por China después de la guerra de 1962. La falta de acuerdos fronterizos mutuamente reconocidos ha provocado tensiones persistentes y enfrentamientos militares ocasionales. En 1962, China invadió y libró una guerra con la India a lo largo de la disputada frontera indochina, incluida la zona administrada por la India, lo que marcó su entrada en el conflicto de Cachemira.
El profesor David de Caixal es historiador militar y analista de geopolítica y geoestrategia internacional. Director del Área de Seguridad y Defensa y del Grupo de Investigación en Historia Militar del INISEG