Las cartas en juego. Nuevo orden tripolar
Dado que tantos amigos y buenos colegas me han preguntado, sobre lo que parece imposible entender, en relación a lo que está pasando en Europa, tenemos que intentar ver diversos ángulos para poder ayudar a dar forma a los acontecimientos y para obtener los resultados que todos deseamos y sus implicaciones en Estados Unidos y América Latina.
Con ese espíritu, me permito reflexionar lo siguiente: todo es cuestión de apalancamiento.
En el arte del trato, gana el que tiene mayor influencia.
Al buscar garantías de seguridad de Estados Unidos, el presidente Zelensky busca influencia frente a Rusia para la mesa de negociaciones y para el futuro de su nación.
Lo que no pudo escuchar Zelensky por su enfado cegador en la oficina Oval, es cuando Trump le ofrecía armamento y también invertir en sus tierras.
Esa es una gran garantía; ya que no permitiría Estados Unidos que otro país, vulnere o afecte sus inversiones, al tiempo de que el ejército ucraniano seguiría recibiendo armamento y entrenamiento estadonidense, para usar ese material bélico especializado. Más garantía de eso; no puede existir.
Pero para el presidente Zelensky; se trata de una cuestión existencial y esa era la mejor ruta, ya que si va de país en país para endeudar a Ucrania, será una deuda tan grande como si hubiera vendido la patria al mejor postor.
Es comprensible que Zelensky esté frustrado, después de tres años de guerra, me imagino que está un poco cansado, pero es necesario, ya que cuenta con tanto dinero, contratar a personas especializadas para que le den el asesoramiento correcto y prepararlo para sentarse a dialogar con presidentes como Trump, XI y Putin, si no tiene en el radar que un blindaje en ese rubro es súper elemental, Zelensky estará más que acabado y terminará por vender a su patria a cualquier precio.
Por otra parte; el presidente Trump tiene cada vez mayor influencia y está trabajando para preservarla y no disminuirla hasta que vea las cartas de todos, hasta que esté seguro de que han avanzado hacia la paz, tanto como creen que pueden llegar.
Su promesa de campaña de poner fin a la guerra en un día fue una típica hipérbole, pero siguiendo el espíritu de lo que dice y no las palabras que usa, quiere terminar la guerra rápidamente y así lo va hacer, con Zelensky o sin Zelensky.
La historia nos ha enseñado que si algo estorba, simplemente se elimina.
Por tanto, Trump está consiguiendo que todos le muestren sus cartas y en base a ello ve el nivel a negociar.
Zelensky no tiene mucha cartas ya a su favor y se lo dijo Trump en su cara.
Para Zelensky las garantías de seguridad son la principal palanca en su búsqueda de la paz y Trump le ofreció las garantías, pero Zelensky no escuchó y se dedicó a defender lo indefendible y a discutir un tema contra Putin que ya todo mundo sabe y que por lo tanto, no era un punto para tocar en el diálogo en la Casa Blanca, perder el tiempo en ello, le hizo también perder la paciencia y explotó, no supo aprovechar el tiempo para ir concreto a lo que deseaba ganar y perdió por discutir un tema totalmente desgastado.
Por lo tanto, es mejor utilizar esos speach, en otras ruedas de prensa y ya, durante el final del juego, una vez que ya obtuvo lo que quería.
Así una vez que cada una de las partes interesadas ha concedido todo lo que creen que pueden dar y ceder y una vez que sus cartas están sobre la mesa, obteniendo las garantías de seguridad de Estados Unidos, que son la única variable que queda para mover a un lado o al otro el final de la guerra y llegar hacia un acuerdo de paz, donde se apueste sobre lo perdido, lo recuperado.
Recordemos que en la guerra; todos pierden, pero en los acuerdos de paz y recuperación, todos ganan.
Si Rusia se resiste, el presidente Trump puede fortalecer la garantía de seguridad, razón por la cual, las tropas estadounidenses en Ucrania todavía están sobre la mesa (sin importar lo que digan).
Pero si Ucrania o Europa se resisten, Trump puede amenazar con debilitar el respaldo estadounidense a Europa a la OTAN y por lo tanto, a Ucrania, que no tendría ni el más mínimo chance de resistir un embate ruso sin el apoyo de Estados Unidos.
De esta manera Trump controla el resultado de las negociaciones y puede moldearlas a su entera satisfacción, incluso, tiene a Putin y a Xi en el balance de las negociaciones para moverse a su antojo y dividiendo el mundo en un nuevo orden tripolar, que es lo que ya estamos viviendo y donde Europa, ya no puede hacer mucho para evitarlo.
Las garantías de seguridad que ofrece Trump, son la mejor herramienta que tiene Zelensky, pero el presidente ucraniano tiene que romper con el otro polo de poder mundial, que será muy afectado y que fueron los que lo impulsaron a la guerra y, por lo tanto, Zelensky se niega a dejarse llevar por la cuestión de qué hará Estados Unidos en última instancia.
Hay mucho en juego. Los que iniciaron la guerra ya no están en el poder, y los juegos que ahora están en marcha son otros los jugadores.
Mi recomendación es centrarse en el resultado que todos deseamos, la Paz y lógicamente el desarrollo futuro de Ucrania y Europa que al final de cuentas, ya poniendo tranquilo el Oso de Rusia se podrán hacer nuevas inversiones mundiales con implicaciones importantes y de desarrollo con el Panda Chino y el Águila estadounidenses que repercutirán en un nuevo orden tripolar a nuestros países de América Latina y en todo el globo.
Imagínese lo que implicará ese resultado y cómo podríamos llegar allí.
Todos deberían seguir dando forma al contexto de esas negociaciones, resaltando las implicaciones de cada movimiento posible y utilizando sus relaciones para influir en todos los involucrados.
De esta manera, trabajando juntos, definiremos los límites dentro de los cuales en última instancia tendrán lugar las negociaciones.
Por encima de todo, pase lo que pase, recuerden que la influencia de Estados Unidos sigue siendo la clave para la paz y hoy, el Presidente de los Estados Unidos tiene toda la influencia y claramente tiene la intención de proteger a Ucrania para poder usar esa ventaja en el momento adecuado en un tablero geopolítico, donde los tres tirantes se están dando con todo, pero que pueden ser flexibles y dividirse el planeta por que simplemente ellos, si tienen, nos guste o no, las mejores cartas.
Esperemos a ver el desarrollo de estos encuentros, donde puede que la situación se vuelva aún más inquietante, pero al final estoy seguro de que se seguirá el mismo método…